El cartel de esta joyería además de servir comercialmente también es útil para el que no anda con un termómetro arriba (la mayoría de la gente) Los 3.5 grados que hay a esta hora en la calle no son comunes en una región tan cálida, pero tampoco es la noche más fría del invierno actual... me imagino que incluso otras peores vendrán.
Como había tantas luces brillantes preferí poner a mano la abertura cerrando un poco para que no hubiera fantasmas (o que salieran la menor cantidad posible) Midiendo para el cartel la foto queda demasiado expuesta, así que le he bajado un poco la exposición para que salga más a mi gusto. El resto, lo de siempre: no me interesaba resaltar sombras, así que solamente equilibré los nieveles y después una subida de saturación, mejora de contraste local (poco) cambio de tamaño y enfoque.
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